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Hay muchísima gente que alega y le da autoría de muchas cosas en nuestra realidad a la existencia de extraterrestres. Ok, tal vez algunas cosas sí sean obras de ellos, pero podríamos ver las cosas que hace la misma Tierra. La Naturaleza es el ser más vivo y más inteligente de los que podemos percibir en la realidad ordinaria, entonces ¿porqué no acreditarle un poco más?, ¿porqué explicamos fenómenos, como la construcción de las pirámides egipcias o indígenas a culturas que están fuera de nuestro acceso o referentes cercanos? Es como si no se creyera posible que la Naturaleza tuviese la capacidad de actuar con intenciones específicas, más allá de su existencia en sí misma. ¿Qué tal si explicáramos esos fenómenos con una “ayudita” de la Naturaleza, que como ser inteligente es capaz de modificar sus acciones a gusto y con opinión? Como por ejemplo decir que para la construcción de las pirámides Naturaleza colaboró activamente reduciendo la fuerza de gravedad en horas de trabajo, o algo así. Si lo vemos de esa forma hay un sinfín de posibles “ayuditas” que un ser como Naturaleza puede haber dado.

Nosotros no tenemos idea cual es la intención o el rezo de Naturaleza, creo que sería demasiado ambicioso querer saberlo, pero ya que es un ser inteligente bien conectada con sí misma y con… sí misma, no me queda más que confiar en su intención.

Con esto una de las cosas que me vienen a la mente es la noción de evolución, he estado peleando con este concepto desde hace varios días. Había llegado a la conclusión de que no estamos en un proceso evolutivo, exacto, NO, sino que ya somos lo que somos ahorita, y no lo aprovechamos. El proceso en el que vería que estamos más que evolutivo sería de autoconocimiento. Estamos enfocados en “superar” lo que creemos que somos, hacemos esfuerzos, terapias, acciones (que me parecen súper válidas y útiles con un rezo diferente) pensando que eso nos va a cambiar de cierta forma, y ese es el rezo que le ponemos, que necesitamos ser “mejores”. Yo creo que nos sería mucho más útil un rezo de valoración: Valorar el ser que somos hoy. Dejar de distanciarnos de nuestra “esencia pura”, nuestro ser real lo vemos como un ser idealizado de lo que nos gustaría ser en una utopía lumínica. Ya hoy somos nuestra esencia pura, si no lo fuéramos ya, no pudiéramos darle ese nombre.

Veo la noción de crecimiento, y entonces veo una flor. Una flor crece, florece y marchita por Naturaleza, es ella quien se encarga de esos crecimientos. Escuché también una reflexión de alguien en una experiencia con DMT que vio “el Universo Inteligente tratando de despertarse a sí mismo”. Así como la flor no hace ningún esfuerzo más que vivir, siento que nosotros deberíamos hacer lo mismo, y dejar Naturaleza, la Tierra, el Gran Espíritu, el abuelo Fuego, Dios, el Universo, o como le llamen con mayúscula, se despierte a sí mismo en nosotros. Creo que nuestro único trabajo sería dejar de reforzar las cosas que nos mantienen dormidos y podamos ver lo maravilloso del ser que ya somos y al que pertenecemos. Hacer lo único que vinimos a hacer realmente: vivir, y mientras vivimos, contemplar lo hermoso de la vida, dentro y fuera, que es lo mismo.