Entre recuerdo y olvido, entre feliz y dormido,
Euforia y lágrimas, monjes y locuras.
En el medio de todo, embarrada en el lodo,
dirigiéndome al río a quitarme el hastío
de ver solo extremos en todos los terrenos...
Siempre alguien domina… Siempre alguien se resiste
Siempre nada termina… Siempre nadie existe
Y la eternidad vuela bajo la lluvia que hiela,
otra noche de truenos… se ve todo y nada... a lo lejos,
solo esperar que amanezca, que la pelotita de otra vuelta,
que aparezca pronto el día que escojamos la armonía...
Y que ese día traiga consigo un regalo... un camino
más claro, menos desteñido
que pueda recorrer con todo al que llame amigo...