Regresar a
caminos ya olvidados, por haber tomado atajos sin saber que son solo vueltas
para ganar nuevas herramientas. Volver,a veces pasa sin darnos cuenta y nos
sorprendemos de conocer ya el camino, a veces debemos hacer que suceda, cuando
el corazón nos lo recuerda, pues por algo tomamos ese camino en un primer
momento, si es un camino con corazón. Hoy vuelvo a este espacio olvidado, pues
es un espacio con corazón.
Me sucede que
camino muchos caminos al mismo tiempo, aunque algunos insisten en que eso no es
posible, yo lo vivo. Vuelvo a caminos antiguos mientras descubro nuevos.
He decidido
construirme “grande”, lo que para mí significa construirme con muchos senderos,
con muchas puertas, con muchos puentes, entre muchos portales. Y decidí
también, en esas ganas de ser grande, cumplir “misiones cósmicas”.Las llamo así
pues van más allá de mí, aunque no siempre las veo claramente, las entiendo o
las sé explicar. Sin embargo, la satisfacción al cumplirlas es tal, que cuando
llega una nueva no dudo en emprender el camino. Esta satisfacción también va
más allá de mí, no es felicidad, aunque me hace feliz, es una paz especial, una
paz espiritual. No es fácil que aparezcan estas misiones cósmicas, para
encontrarlas debo andar los caminos del corazón, debo dar pasos conectados al
espíritu de la existencia, y así convertir mi camino en un kamino de estrellas.